martes, 11 de marzo de 2008

Serie 0; Profiterol 1

Por orden del Profeta Profiterol se hace saber:
1. Que lo posmoderno puede ir en SEAT Panda o marcando paquete, según ustedes vean.
2. Que es aconsejable utilizar los mecanismos de seguridad habilitados a izquierda y a derecha, pues el Innombrable acecha oculto en algún rincón de las afueras de la Lonja de Valencia, sentado en unos escalones, comiendo macarrones, acosado por un camarero gay complace-ampariues y que, en rigor, pasa de él. Y que no es su tipo. No es la menstruación de Juana la Almorrana vomitada en las sangrías, y que yo aproveche cualquier ocasión —incluida ésta— para hablar de mi madre cenando mientras ve pornografía en el televisor, o la pornografía cenando a mi madre dentro de una película X o cómo sea definir de soslayo, tras una caidita de ojos de la chica del tiempo, que es guapa de actitud, pero le fallan los labios y ¿para qué seguir adelantando a los de la otra carrera, la de las cinco de la tarde?:
a) Localismo hiperrealista. Y lo dice un místico, un existencialista.
b) Atropéllame los dedos con formol, macho, o pídeme
c) que me calle, por favor. ¿Cómo callar, aunque merezca la pena, si no es porque alguien te lo pide? 1

1Encontrado entre hoy y mañana en la página inmediatamente anterior a la nuestra: «Busco chica para sexosexosexosexosexo, o para lo que surja, o al revés, pero, claro, que tenga un par o más de faltas de ortografía distribuidas arbitrariamente, que yo no sea capaz de verlas y que todo sea bien visible, simple, rápido, fácil, para que pueda verlo. Porque no es mi incapacidad: es que yo no quiero saber nada de mi alma, es que no hay necesidad, no, de besar al Todopiloso… ». Y sin embargo —dicho sea esto entre dientes— el Profiterol es.